jueves, 7 de julio de 2016
Palabras
Tenía la mirada perdida, hacia arriba.
-Señor, -me dijo. Las ha visto? Se fueron mis palabras.
Quedé desconcertado, se percibían clarísimo. Estaban todas frente suyo.
Rumbo
Me devoró el tiempo.
Se tragó mis ganas
el esfuerzo
mis primicias.
Me atravesó ignomioso,
desgarrado
tembloroso e incierto.
En la cálida desdicha
una sombra pasa
tenue
y se hiela.
Al umbral certero
de una nueva vista
aguardo
el nuevo ciclo del viento.
Ruinas
Aturdido, abatido, agazapado. En una esquina.
Perversa esquirla la de ese amor infame.
Ojos cerrados en pleno bullicio
sus manos atadas.
No más preguntas por formular:
que si el azar perdona
si el destino promete
si la lluvia ya no mojara
mi estampa ¿sería diferente?.
Las fuerzas apagadas de un tigre herido
el pecho enardecido, al rojo fuego.
Una llama escapó hacia el vacío
y no hubo más centellas en el cielo.
Aire vibrante en sus orejas frías
en sus pies, en las plantas.
Un abrigo que no abriga
una daga en la garganta.
"Las redes de la vida", dicen
ese entuerto en el camino.
Una lágrima quema
tanto
como el látigo de la culpa
y nos deja tirados
en el medio del oblicuo destino.
Perversa esquirla la de ese amor infame.
Ojos cerrados en pleno bullicio
sus manos atadas.
No más preguntas por formular:
que si el azar perdona
si el destino promete
si la lluvia ya no mojara
mi estampa ¿sería diferente?.
Las fuerzas apagadas de un tigre herido
el pecho enardecido, al rojo fuego.
Una llama escapó hacia el vacío
y no hubo más centellas en el cielo.
Aire vibrante en sus orejas frías
en sus pies, en las plantas.
Un abrigo que no abriga
una daga en la garganta.
"Las redes de la vida", dicen
ese entuerto en el camino.
Una lágrima quema
tanto
como el látigo de la culpa
y nos deja tirados
en el medio del oblicuo destino.
Multitarea
La línea de largada agrupaba a centenares de corredores listos para la carrera.
Ni uno vestía de gala, sólo shorts, remera y zapatillas. Ninguno listo para el glamour que reclama el triunfo.
Sólo uno miraba permanentemente la meta, estaba parado detrás de otro que sólo miraba sus pies.
Ganó una mujer, que no bien cruzó la línea cayó desplomada. En su mano llevaba apretada una nota que decía: "Sólo permítanme descansar unos minutos, luego tengo otros compromisos".
Ni uno vestía de gala, sólo shorts, remera y zapatillas. Ninguno listo para el glamour que reclama el triunfo.
Sólo uno miraba permanentemente la meta, estaba parado detrás de otro que sólo miraba sus pies.
Ganó una mujer, que no bien cruzó la línea cayó desplomada. En su mano llevaba apretada una nota que decía: "Sólo permítanme descansar unos minutos, luego tengo otros compromisos".
martes, 5 de julio de 2016
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