Hay un punto donde cualquier pensamiento se quiebra: cuando estalla y se hace ráfaga una emoción. Allí cesan la especulación y la conveniencia, se sacuden las apariencias y desaparece toda idea de futuro, sólo vale el hoy. Te reservo el lugar de las emociones. (Sólo vale el hoy y sin embargo te miro y sólo veo futuro). Foto: Qué linda foto encontraste, Jorge Prinzo. ¡Gracias!.
No hay comentarios:
Publicar un comentario