jueves, 1 de marzo de 2018

Mientras tanto, el Azar jugaba conmigo

Pasados los diez días de iniciado el juego y después de las diez publicaciones, se me ocurrió cerrarlo de la misma forma que transcurrió. Pregunté al I Ching, libro de la milenaria sabiduría china, qué mensaje enviaba para los días que duró el juego y lo abrí al azar. Aquí la respuesta: 

I Ching - Richard Wilhelm

Pág. 181

25. Wu Wang / La inocencia (Lo inesperado)

En lo alto está Ch'ien, el Cielo, abajo se halla Chen, el movimiento. el trigrama inferior, Chen, se define por el trazo fuerte que ha recibido desde arriba, desde el Cielo. Si, conforme a ello, el movimiento responde a la ley del Cielo, el hombre es inocente y sin falsía. He ahí lo genuino, lo natural, que ninguna clase de reflexiones o de segundas intenciones ha enturbiado. Allí donde se nota la intención, se pierde la verdad y la inocencia de la naturaleza. Naturaleza sin la directiva del espíritu no es verdadera naturaleza, sino naturaleza degenerada. Partiendo de la idea de lo natural, la formación de ideas prosigue todavía parcialmente, y así el hexagrama llega a marcar también la idea de lo no intencionado, lo inesperado.

EL DICTAMEN

La inocencia. Elevado éxito.
Es propicia la perseverancia.
Si alguien no es recto tendrá desdicha,
y no será propicio emprender algo.

El hombre ha recibido desde el Cielo su naturaleza originalmente buena, inocente, con el designio de que ésta lo guíe en todos sus movimientos. Al entregarse a esta índole divina que tiene dentro de sí, alcanza el hombre una límpida inocencia, la cual, sin segundas intenciones en cuanto a recompensas y ventajas, hace sencillamente y con instintiva certeza lo que es recto. Esta certeza instintiva obra elevado éxito, y es propicia mediante la perseverancia. Pero no todo es naturaleza instintiva en ese elevado sentido de la palabra, sino que lo es tan sólo lo recto, aquello que concuerda con la voluntad del Cielo. Sin observar lo recto en este sentido, un modo de obrar instintivo e irreflexivo, tan sólo acarreará desgracia. El Maestro Kung dijo al respecto: "El que se aparta de la inocencia, ¿a dónde irá a llegar? La voluntad y la bendición del Cielo no acompañan sus acciones".

LA IMAGEN

Bajo el cielo va el trueno:
Todas las cosas alcanzan el estado natural de la inocencia.
Así, ricos en virtud y en correspondencia con el tiempo,
cultivaban y alimentaban los antiguos reyes a todos los seres.

Cuando el trueno -la energía vital- vuelve a agitarse bajo el cielo durante la primavera, todo brota y crece y todas las criaturas reciben de la naturaleza creadora la inocencia infantil de la esencia primigenia. Así obran también los buenos gobernantes de los hombres: con la riqueza interior de su ser cuidan ellos de todo lo que vive, y de toda cultura, y realizan a su debido tiempo todo lo que es necesario para su cultivo.




3 comentarios:

Jorge dijo...

"-Entendí que lo que tengo que dar es lo que más necesito."
(Fue un buen juego.)

Kari Basanta dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Kari Basanta dijo...

Sí señor.