El infierno no es fuego, es hielo, es escarcha nevada.
Es bruma, niebla, la opacidad. Vista tenue y difusa. Eso es infierno.
El viento frío, la calma que no vibra, lo estático, el peso.
El infierno no agita, no clama. Sulfura en negativo.
La raya fría de un océano desierto, blanco, casi la nada.
Es hueso helado, hasta quebrarse. Es alma suspendida.